Cuando vives en un piso con un plato de ducha, se hace especialmente complicado lavar a un pastor alemán. Si además el tema se complica cuando el pastor alemán tiene un caracter fuerte y una escandalosa aversión al agua, se descarta la solución de las peluquerías caninas. Por suerte, existen cada vez más en las ciudades locales donde poder lavarlos uno mismo. Yo hoy recomiendo uno que hay en Madrid, en el paseo de Marqués de Zafra, muy cerca de la plaza de Manuel Becerra.
Alejandra y Mª Carmen son las encargadas de este estableciemiento de alimentación, accesorios y complementos para mascotas, que también ofrece servicio de peluquería canina y de autolavado de mascotas. Este último es, por así decirlo, como el baño de nuestra casa, pero quintuplicado en cuanto a espacio.
Dispone de todo lo necesario para poder asear a nuestro amigo cómodamente. Además de la bañera de agua calentita, cuenta con un potente secador de aire, y otro de mano, para los más miedosos.
No necesitamos nada más que llevar a nuestro amigo. Allí nos facilitan el champú, acondicionador con y sin enjuagado, tijeras para las uñas, cepillos, ...de todo. Y todo debidamente higienizado mediante un sistema de UV.
Ado es un teatrero de cuidado. Y verle esmirriado después de lavarle, perdonándonos la vida es todo un show. Pero pronto se le pasa. Tanto odia el agua como adora el secador.
Tras el suplicio, nuestro sufridor se ganó, además del premio que la dueña del local le brindó, un buen cuenco de agua fresca en una de las terracitas que nos encontramos bajando el Paseo de Marqués de Zafra (yo recomiendo la Cervecería Tuxcla, en Paseo Marques de Zafra, 44, que tiene un personal muy atento con nuestros perros), y unas carreras al sol, en el Parque de la Fuente del Berro, para terminar de secarse. ¡Buena forma de pasar la mañana del sábado!
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